El arte cabe en 170 centímetros, en 169 para ser exactos.Porque Leo Messi, más que un futbolista, es un artista, una persona que convierte en simple lo complicado, que cuenta con un amplio catálogo de genialidades y que, en función del momento, del partido, emplea una u otra. Regates en un cuadrado, disparos lejos desde fuera del área, maratones desde el centro del campo, certeros cabezazos...Todo ese arsenal, y mucho más, guarda el futbolista del Barça, líder de la Argentina maradoniana, en 1,69 metros.

Y eso que cuando era un crío, sus progenitores se preocuparon por la escasa estatura de este maestro del fútbol de 22 años. Sufrió un desarreglo hormonal, que minó la economía familiar.Por eso, para ganar más dinero, su padre decidió venir a España, a Lérida, a casa de unos familiares. Con él vino Leo, que probó con el Barcelona y ya no le dejaron salir de La Masía. Es cierto, lo pasó mal, pero supo sufrir, trabajar...Crecer.

De hecho, ha tomado tanto impulso que nadie sabe dónde se encuentra su cénit, si es que existe. Le comparan con Diego Armando Maradona, su seleccionador y con el que ha tenido algún pique debido al escaso rendimiento ofrecido por Messi con el combinado. Eso ya es cosa del pasado; «si alguien me tiene que superar que sea él», ha aceptado, por fin, el 'míster'. Y el líder de la Argentina que conquistó el Mundial en 1986 sabe que si quiere repetir la hazaña en Sudáfrica -a donde ha llegado con bastante más sufrimiento del esperado- debe tirar del maestro, de ese chaval al que, dicen los expertos, sólo le falta este título para superar a su técnico.

Porque Messi lo tiene todo:'Champions', Ligas, Copas, Balón de Oro, FIFAWorld Player... Y una paleta repleta de 'bombas' para sus rivales. Casi siempre monumentales, irrepetibles para el simple mortal, inimaginables siquiera para la mayor parte de los futbolistas con los que comparte terreno de juego. Todo en sólo 169 centímetros y a los 22 años, cuando la mayoría aún se encuentran en pleno proceso de maduración, de construcción. Pero los artistas, los grandes, no saben de esas cosas:dan lo máximo desde la cuna. Como Messi.