Mundial Sudáfrica 2010

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Giorgios Karagounis

Giorgios Karagounis

Edad:
33
Fecha de nacimiento:
06/03/1977
Estatura y peso:
1.76m 74 kg
Demarcación:
Medio
Club:
Panathinaikos
Número internacionalidades:
96
Velocidad 5/10
Regate 4/10
Remate 6/10
Visión de juego 7/10
Estadísticas en el mundial
Partidos jugados:
3
Partidos titular:
3
Partidos suplente:
0
Minutos:
187
Goles:
0
Goles penalti:
0
Asistencias:
8
Tarjetas amarillas:
0
Tarjetas rojas:
0
posición de Giorgios Karagounis

el análisis

Un incomprendido en el ejercito del rey Otto

Es uno de los mejores jugadores en la historia helena y la gran referencia del fútbol griego, que en Sudáfrica busca limpiar la imagen dejada en su única participación mundialista

Karagounis lideraba la mejor generación helena de todos los tiempos. / Archivo Karagounis lideraba la mejor generación helena de todos los tiempos. / Archivo
por Daniel Gutierrez Corvo

Jugador visceral y comprometido, tras esa fachada de hombre rudo e indisciplinado, que le valió el apodo de 'Gattuso griego' en su paso por Inter de Milán y Benfica, se esconde un talento futbolístico innato que lucha por escapar del orden espartano que desea imponer su seleccionador, Otto Rehaggel, y que le convierte en el contrapunto perfecto para terminar con el cerocerismo inicial al que se 'aspira' en el ejército heleno.

Giorgios Karagounis (Pyrgos, 6-3-1977) es un incomprendido con guante de seda cuya pericia golpeando a balón parado le convierte en la turbina del generador de fútbol ofensivo griego. 91 internacionalidades alumbran su palmarés con la elástica helena, sólo superado por Apostolakis (95), Basinas (100) y Zagorakis (120).

Atrás quedan esas carreras por las calles de Pyrgos, cuando el pequeño Giorgios se pasaba horas y horas golpeando el balón contra las paredes hasta que conseguía controlarlo perfectamente o los 55 partidos que tuvo que pasar en el Apollon Smyrnis comiéndose su por entonces incontrolable carácter con las esperanzas puestas en que después el tiempo se lo recompensaría.

Y bien que lo ha hecho. Cuando tuvo que salir de Panathinaikos a los 18 años para demostrar si tenía madera de futbolista de élite nunca pudo pensar que estaba poniendo las bases del que años después se ha convertido en uno de los mejores jugadores en la historia del club del trébol y gran referencia del fútbol griego, que en Sudáfrica busca limpiar la imagen dejada en su única participación mundialista hasta el momento. Fue en la cita de 1994 en Estados Unidos y allí Grecia se fue de vacío con un balance de tres derrotas, diez goles en contra y ninguno a favor.

Maduro y experimentado

Una década después, Karagounis lideraba la mejor generación helena de todos los tiempos para conquistar contra todo pronóstico la Eurocopa de Portugal. Se perdió la final por una inoportuna tarjeta amarilla en las semifinales ante la República Checa, pero ya había dejado su sello abriendo el camino de la victoria en el partido inaugural ante los anfitriones (era el segundo gol de Grecia en una Eurocopa tras el que consiguió el mítico Anastopoulos -máximo goleador en la historia de la selección griega- hace 30 años en Italia).

Korea, Nigeria y Argentina les esperan en la fase inicial en Sudáfrica. Karagounis quiere seguir haciendo historia. Más maduro y experimentado, Karagounis sueña con poner el broche de oro a su brillante carrera, en la que fue ambicioso arriesgando en sus aventuras en Italia (Inter de Milán) y Portugal (Benfica) cuando ya era todo un ídolo en tierras griegas, y en la que ahora, de vuelta a casa, confía en darle una alegría a un país sumido en una profunda crisis económica.

Porque el otro yo de Karagounis, esa persona seria e introvertida, también ha sabido renovarse y aceptar incluso de buen grado ser uno de los personajes más imitados en sketches televisivos (sus gestos, poses y aspavientos unido a su notoriedad le convierten en un filón mediático) y soportar las críticas de los numerosos periódicos que en cuanto las cosas se tuercen un poquito reclaman que dé un paso al lado ante los más jóvenes. Él lo tiene claro. La línea recta es el camino más rápido para conseguir los objetivos. "Intentémoslo y disfrutemos", propugna. A ver cuál de sus compañeros es capaz de llevarle la contraria.

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